Historia de un Corset

Desde el primer momento en que lo vi sabía que no nos llevaríamos bien. Su textura plástica y su color blanco me hacían odiarlo aún más que cualquier cosa en el mundo. Aun recuerdo lo primero que me dijo, que me ayudaría y me sonrió. Ese momento nunca lo podre olvidar, fue como si mi peor enemigo quisiera ayudarme a salir adelante con toda mi vida, como si el me deseara todo el bien del mundo... En ese instante nació una ira tan profunda en mi que sentí ganas de partirlo, descuartizarlo y triturarlo.

Mientras pasaron los meses de convivencia aprendí mucho sobre él... Aprendí que no le gusta que yo comiera demasiado y que me pare o siente "echada sobre él". Realmente nunca aprendí a quererlo. Nunca. Simplemente tenía que soportarlo durante 23 horas. Era algo absolutamente desagradable. Nunca se lo comente, él ya lo sabía. Había una conexión entre nosotros... Siempre la odie.
Tuve que seguir soportandolo durante dos años completos. Pero a pesar de que lo odio, le estoy agradecida... Él supo ayudarme con mi problema. Cuando el doctor creía que no había otra posibilidad más que la operación, él me ayudo. Ahora el medico me dice que estoy bien, solo falta crecer un poco más. En este momento solo tengo que tenerlo cerca mio durante la noche. Aún lo odio. Lo odio más que a nada en el mundo. Un odio que solo él y yo entendemos.
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Espero que les guste... Es algo q se me dio la gana escribir y espero que lo entiendan.

Saludos!